El 30 de agosto empieza el juicio al policía asesino

Después de cuatro años de lucha, el 30 de agosto el policía Benítez va a ser juzgado por el tribunal oral nº 3 de San Isidro.

Convocamos a acompañarnos desde las 9:00 en Ituzaingó 340, San Isidro.


domingo, 14 de agosto de 2011

¿Cómo acreditarse para presenciar el juicio?


Informamos a los compañeros de organizaciones y periodistas que deben acreditarse con anticipación ante el tribunal para poder estar presentes en la sala.

Desde CORREPI los convocamos muy especialmente a destacar referentes que presencien el debate. Destacamos la importancia de que haya una fuerte presencia popular durante las jornadas del juicio, máxime teniendo en cuenta que se trata de un tribunal que, en casos de gatillo fácil o torturas, suele optar por una pequeña sala de audiencias con capacidad para menos de 10 personas, a la que pretende que sólo accedan familiares directos de la víctima y del policía homicida, de modo de quitar visibilidad a los juicios que involucran miembros del aparato represivo estatal.

Modelo de nota para periodistas que deseen acreditarse al juicio:

A continuación, el modelo de carta para aquellos periodistas que deseen acreditarse para presenciar el juicio. Debe dirigirse al Presidente del TOC Nº 3 del Departamento Judicial de San Isidro, y presentarla en la Mesa de Entradas, Ituzaingó 340, piso 3°, San Isidro. Imprimir en hoja A4, doble espacio, con margen de 5 cm. arriba y a la izquierda. Rogamos enviar copia a CORREPI: correpi@fibertel.com.ar


SOLICITA AUTORIZACIÓN PARA PRESENCIAR DEBATE

Excmo. Sr. Presidente del TOC nº 3
del Depto. Judicial de San Isidro:

            .....(Nombre completo)........, en representación de .........(Medio).........., con domicilio en .........(particular o laboral, es igual)..........., en la causa nº 3.140, seguida contra el policía bonaerense Benítez Duarte, Oscar, a V. E. me presento y digo:

            Que el medio que represento tiene particular interés en cubrir las audiencias del debate oral y público en el que será juzgado el policía bonaerense Oscar Benítez Duarte por el homicidio de Sonia Colman.

            La publicidad de los actos de gobierno, incluidos los jurisdiccionales, es una esencial característica del sistema republicano, como lo es el ejercicio de la libertad de prensa y el derecho a la información en sus dos aspectos, el de informar y ser informado, pilar de una sociedad democrática.

            En consecuencia solicitamos se autorice a nuestro corresponsal a presenciar el debate.
                                                                        Proveer Conforme,

                                                                         SERA JUSTICIA.-

Modelo de carta para organizaciones que designen veedor:
A continuación, el modelo de carta para aquellas organizaciones que deseen acreditarse para presenciar el juicio. Debe dirigirse al Presidente del TOC Nº 3 del Departamento Judicial de San Isidro, y presentarla en la Mesa de Entradas, Ituzaingó 340, piso 3°, San Isidro. Imprimir en hoja A4, doble espacio, con margen de 5 cm. arriba y a la izquierda. Rogamos enviar copia a CORREPI: correpi@fibertel.com.ar

DESIGNA VEEDOR – SOLICITA

Excmo. Sr. Presidente del TOC nº 3
del Depto. Judicial de San Isidro:

            ......(Nombre).........., en representación de ......(Organización).............., con domicilio en ..........., en la causa nº 3.140, a seguida contra el policía bonaerense Benítez Duarte, Oscar, a V. E. me presento y digo:

            Que nuestra organización ha designado a los Sres. ................ para presenciar las audiencias del debate oral y público en el que será juzgado el policía bonaerense Oscar Benítez Duarte por el homicidio de Sonia Colman.

            Dada la atención que suscita este debate en organismos de DDHH, organizaciones antirrepresivas, personalidades y referentes sociales y la sociedad en su conjunto, solicitamos se tenga presente lo expuesto, autorizándose la concurrencia de los compañeros señalados, y se prevea la utilización de una sala de audiencias con capacidad suficiente para un proceso de tal trascendencia social e institucional.

                                                                               Proveer Conforme,

                                                                                 SERA JUSTICIA.-

Galería de fotos: Antonio y sus hijas en la Presentación del Archivo 2010





Galería de fotos: Antonio y sus hijas en la Presentación del Archivo 2009









Galería de fotos: Acto y marcha en Del Viso (29/12/20107)









El tribunal


El tribunal oral nº 3 de San Isidro tiene numerosos antecedentes de absoluciones o condenas apenas simbólicas a policías.
En 2003, integrado por los jueces Marcelo García Helguera, Ezequiel Igarzábal y Carlos Vales Garbo, absolvieron a cinco policías, y condenaron sólo a uno, a 8 años de prisión,  por el fusilamiento de Alejandro Levickas, que murió de cinco balazos policiales.
En junio de 2004, absolvieron al sargento Norberto Gallo, que mató de un tiro en la cabeza al albañil Gustavo Luna, de 26 años, tras acusarlo de tirar piedras contra su camioneta.
Poco después, condenaron al cabo Emir Champonois a 8 años de prisión por el fusilamiento del músico Mariano Wittis, pero lo absolvieron por el asesinato de Darío Riquelme, presunto ladrón, en el mismo hecho.
En 2005, absolvieron escandalosamente a Héctor Eusebio Sosa, el policía bonaerense que fusiló con cinco balazos a Víctor “Frente” Vital (16) mientras el pibe se escondía bajo una mesa.
Un año después, en 2006, fue el turno del policía federal Pablo Barros, que fusiló por la espalda al joven Carlos Alberto Bustamante (21), después que el muchacho lo increpó por disparar contra un grupo de pibes de 15 años para echarlos del cumpleaños de su sobrina. Pese a que no cabía duda de que Carlos se estaba yendo cuando el federal lo acribilló por la espalda, el tribunal decidió que fue un “accidente”, y lo condenaron a tres años y medio por homicidio culposo.
Pero los señores magistrados no se animaron a enfrentar a la familia Bustamante para leer el fallo, sino que mandaron a su secretaria, que, muerta de nervios, leyó la parte dispositiva de la sentencia. Luego, los jueces mandaron a la secretaria a escribir un informe dejando constancia, con medido lenguaje judicial, que cuando anunció la farsa vestida de sentencia, la mamá y el papá de Carlitos putearon al policía, y los compañeros de CORREPI que estaban presentes, entre ellos la abogada de la causa, María del Carmen Verdú, tuvieron expresiones “indecorosas” hacia Sus Señorías.
Concretamente, el acta indica que la compañera, además de señalar que es un tribunal “pro cana”, los calificó de “faltos de huevos para bajar a poner la cara adelante de la familia”, y elevaron las actuaciones al colegios de abogados de San Isidro para juzgar su “conducta ética”.
En ese juicio disciplinario, CORREPI probó los antecedentes del tribunal y que los jueces no bajaron a la lectura de la sentencia porque sabían que reaccionaríamos ante el evidente encubrimiento. El tribunal del colegio de abogados resolvió que: Semánticamente, asiste razón a la denunciada, pero no puede considerarse liberada de una falta de decoro al ser expresada por una profesional del derecho. (...) La expresión realizada por una abogada, más allá de que fuera cierta o que existan elementos como los ofrecidos en la prueba que la avalen…implica una falta de decoro hacia los magistrados actuantes…”. Así, la apercibieron por “faltar el decoro de los jueces”, al decir la verdad sobre ellos. Esta sentencia está apelada ante el colegio de abogados de la Provincia de Buenos Aires.
Pero no termina allí el prontuario del TOC 3 de San Isidro. Meses después de recibir la causa Colman, cuando ya habían fijado fecha para el juicio al policía Benítez, los jueces Igarzábal y Helguera (Vales Garbo falleció hace poco) repararon en que, otra vez, enfrentarían en la sala a un familiar de una víctima del gatillo fácil policial organizado en CORREPI. Y como no encontraron excusa mejor para librarse del mal trago, se excusaron de intervenir, con el argumento simplista de que les producía violencia moral la intervención como abogada del particular damnificado de la compañera María del Carmen Verdú. El tercer juez, Lino Mirabelli, integrado por el fallecimiento de Vales Garbo, se mantuvo al margen del asunto.
Denunciamos la triquiñuela para dilatar el juicio y garantizar la impunidad del asesino de uniforme, mientras, con relativa rapidez, otro tribunal oral rechazó la excusación y la cámara de apelaciones confirmó que los dos jueces se tienen que aguantar y hacer el juicio.
Este es el tribunal que va a juzgar al policía bonaerense Oscar Benítez por el asesinato de Sonia Colman.

El caso

El 23 de diciembre de 2007, a la hora de la siesta, Sonia Colman, de 45 años, militante socialista y madre de tres hijas, estaba trabajando en el cruce de la ruta 26 con la calle Valentín Gómez, pleno centro comercial de Del Viso. En víspera de Nochebuena, un sábado a las dos y media de la tarde, el lugar era un hormiguero de gente que iba y venía. Sonia vendía accesorios de parrilla a los conductores de los vehículos que se detienen en el semáforo camino a sus quintas o countries. Estaba esperando una nueva luz roja para acercarse a los autos, cuando llegó un patrullero, persiguiendo un auto en el que iban dos muchachos desarmados, que habían robado una billetera con $80.
El teniente 1º Oscar Benítez bajó del patrullero con su escopeta Ithaka 12/70 cargada con cartuchos con postas de plomo, apuntó y apretó el gatillo. Cuatro perdigones dieron en un auto estacionado, cuyo conductor acababa de bajar para entrar a un comercio. Otros tres pegaron en el cartel de publicidad de un kiosko puesto en la vereda. El noveno dio en pleno pecho de Sonia Colman, que murió en el acto.
El asesinato de Sonia, apenas a trece días de la asunción de gobierno de Cristina Fernández, no fue el primero de su gestión, que ha fusilado y asesinado en la tortura a un promedio de uno por día.
Desde el inicio de la causa, los varios jueces y fiscales que desfilaron por la instrucción sostuvieron que fue “un accidente”, e imputaron a Benítez, que siempre estuvo en libertad, homicidio culposo. Infinidad de prueba, y la obviedad de que un policía que descarga su arma cargada de plomo, en un lugar transitado, quiere matar, muestran, como venimos sosteniendo, que no sólo fue un homicidio doloso, sino, además, calificado, porque el policía Benítez actuó en el marco de sus funciones operativas, con un arma reglamentaria provista y cargada por la fuerza.
El policía que iba con Benítez en el patrullero, declaró ante la fiscal que “Benítez tenía la escopeta Mossberg 12/70 cargada con cartuchos de guerra”, y explicó que ellos habitualmente cargan un cartucho antitumulto, con proyectiles de goma, y, por las dudas, cuatro de guerra. Nada nuevo bajo el sol en materia de prácticas para “prevenir el delito”.
Lo mismo sucede con la defensa técnica del asesino de Sonia Colman, defendido por Dr. Fernando Roque Barrionuevo, renombrado letrado de la zona norte que ya se cruzó con CORREPI en otros casos. En el juicio al Escuadrón de la Muerte de Don Torcuato, representó al sargento Hugo Alberto Cáceres (a) El Hugo Beto, jefe del escuadrón, condenado a fines de 2004 a 20 años de prisión junto a su lugarteniente, el policía Anselmo Puyó, por el fusilamiento de Guillermo “Nuni” Ríos. También defendió al policía Juan Pablo Rueda, que fusiló con 9 disparos a Dante Jarcovsky, y fue absuelto por el TOC nº 7.
Después de años de lucha, llegamos a juicio con una “imputación alternativa”. El fiscal que interviene desde hace unos meses, Claudio Scapolán, acusó por homicidio simple, pero, como Groucho Marx, aclaró que, por si a los jueces les parece mucho, también acusaba por homicidio culposo (sin intención de matar), cosa de dejar la puerta abierta a una pena en suspenso de menos de 5 años.
Antonio, y sus hijas, Laura, Natalia y Melisa, estarán en la sala de audiencias, junto a sus abogadas, nuestra compañera María del Carmen Verdú, y Gisela Bustos, del partido Izquierda de los Trabajadores. Junto a los militantes de CORREPI que estarán dentro y fuera del edificio, reclamarán prisión perpetua para Benítez, por tratarse de un homicidio intencional cometido por un integrante de una fuerza de seguridad del estado.